Creemos que la manera de Ser Hombres va siendo construida socialmente y por lo tanto se va transformando con el tiempo. No es lo mismo ser hombre hoy que hace 30 o 40 años atrás. Por ejemplo, la forma vivir las emociones desde la paternidad o desde el ser pareja han cambiado y en el mundo público la manera de de liderar en las organizaciones también se ha modificado, requiriendo hoy en día una mayor presencia y consciencia del manejo de las emociones para la gestión de sí mismos o de otros.

Creemos que los tiempos que actualmente vivimos nos invitan a soltar estereotipos sobre cómo los hombres deberían ser y expresarse y emerge la posibilidad de desafiar creencias culturales (ej: “los hombres no pueden llorar” o “los hombres que se emocionan son débiles”) y desde ahí recuperar una relación libre, sana, poderosa y digna con el emocionar de cada hombres.

Creemos que los hombres de hoy se enfrentan a un vacío en lo emocional, en el sentido que no cuentan con espacios para poder conversar sobre sus emociones. En este sentido buscamos recuperar espacios de dialogo abierto y respetuoso entre hombres que les permita mirarse y aprender los uno de los otros. En particular nos mueve el crear instancias entre hombres donde se permitan mostrar la vulnerabilidad emocional de manera genuina y cuidada.